La cirugía de Presbicia consiste en instaurar estas lentes en reemplazo del cristalino, ya que este pierde elasticidad, se endurece y no cambia de forma al tratar de enfocar los objetos, perturbando la visión de quienes padecen esta alteración fisiológica.
Esta técnica se diferencia de una cirugía láser de ojos porque reemplaza la lente natural del ojo por una artificial y no moldea la córnea como si sucede con la cirugía lasik, el tratamiento en ambos casos se considera seguro y efectivo.
El tratamiento se recomienda para personas mayores de 40 años diagnosticadas con Presbicia, además son candidatos los afectados por otros defectos refractivos como la Miopía e Hipermetropía y que no pueden ser sometidos a una operación láser de ojos porque su córnea es muy delgada.